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Desde pequeño siempre quise uno, ahora siendo mayor ya he podido hacer realidad mi sueño. Aquí os contaré la vida diaria de mi escarabajo para que tengáis toda la información que he ido recopilando durante estos años y los conocimientos que iré adquiriendo.


27 feb 2011

Paciencia +1

Ya me gustaría a mi no tener que contar estas cosas, pero así es la vida...
Ayer fue un día en el cual nada salió como tenía pensado, por la tarde iba a incumplir un consejo que me dieron en el taller (no descapotar el coche ya que todavía estaba muy tensa la capota), pero tenía que hacerlo ya que mi novia todavía no había ido descapotada y creo que se lo merece y con creces.
Descapoto el coche y salgo del garaje para recogerla, como casi siempre, hasta que no coge temperatura en cada parón (hasta que pasan unos 5 minutos) intenta calarse pero, con algo de paciencia sales del paso sin problemas, eso si, ayer fue distinto.
Se caló, arranqué y a los 100 metros hizo un ruido muy extraño y se empezó a ahogar, hasta que se paró, si si, me he quedado tirado con el coche al poco de comprármelo, pensaba que esto no pasaría tan pronto (tenía asumido que pasaría, pero sólo he hecho algo más de 1000km con desde que lo tengo...).


Lo primero es pensar en no poner mucha cara de gilipollas y lo segundo en llamar la grúa, la cual me entero que sólo me llevarían el coche a 25km (creo que eso es cuando estás dentro de tu ciudad o en cualquier sitio, todavía no lo tengo claro), pero me preguntaron que porqué lo quería llevar tan lejos y les expliqué que era donde compré el coche, la chica asumió que al tener matrícula de las nuevas el coche tenía pocos meses y con llevarlo a una volkswagen cualquiera sería suficiente... pero cuando le dije que tenía 35 años me dijeron que en unos minutos me confirmarían si me hacían el favor de llevármelo hasta allí, -creo que a partir de ahora tendré que ahorrar porque la grúa no me va  a hacer el favor muy a menudo- al final tengo que dar gracias a Dios de que esta vez no he tenido que pagar nada y que la Mutua Madrileña se ha portado muy bien.
Todos pensaréis que tampoco fue para tanto, pero no fue así, cuando llegamos e íbamos a descargar el coche, me dí cuenta que me ¡había dejado las llaves dentro!, ¡otra vez!... mi desesperación fue en aumento, hasta que el chico de la grúa me dijo, tranquilo, no te preocupes, que estás conmigo... y volvimos  a abrir el coche, dejándolo en el taller para su reparación.
Ya os contaré que es lo que le ha pasado y quien asume el coste de la reparación.
Espero que esto haya sido una anécdota y que sea algo esporádico ya que sino tendré que darle la razón a mi padre y no lo quiero hacer.

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