Mi primer parte amistoso con el escarabajo

El otro día, como viene siendo habitual los viernes, me llevé el escarabajo al trabajo. Es una buena excusa para mover el coche y así hacerle unos cuantos kilómetros. Ya sabéis que la regla más importante para el buen mantenimiento del coche es no dejarlo parado, porque un coche se ha fabricado para conducirse.
Siempre que cojo el escarabajo pienso en donde lo tengo que aparcar, generándome la incertidumbre de pensar que le va a pasar algo al coche, y al final como todos los malos sueños, pasó.
Por suerte que sólo fue un tapabuje, el resto del coche, aunque parecía que se iba a desmontar está en buen estado.
Lo que pasó fue lo siguiente: Un todo terreno de estos inmensos que fabrican ahora, se llevo con su rueda (que es como medio escarabajo) el tapabuje de una de las ruedas delanteras. En ese momento tenía a todos los compañeros de trabajo y a mi mismo, pendientes de la persona que estaba aparcando. La suerte que tengo es, que a mis compañeros le gusta mi coche y están pendientes de lo que pueda pasar el día que me lo llevo, y a la mínima ya me están llamando por si pasa algo.
En una de las maniobras del todo terreno, estando ya muy cerca, giró el volante y dejando la rueda a casi 90º comenzó a avanzar, en ese momento su rueda estaba pegada completamente a mi llanta y según avanzaba se llevó por delante el tapabuje de la llanta.
Desde la perspectiva que tenía (estaba en un primer piso) parecía que me había arrancado la aleta delantera, pero al final sólo fue esa pieza. Lo que más me impresionó es que el conductor del todo terreno, ni se inmuto que casi se lleva el coche puesto. Entiendo que nuestros coches pesan muy poquito, pero algo se tuvo que notar (pensaría que habría aplastado un escarabajo de verdad :D).
Por suerte, es la primera vez que he tenido que utilizar mi seguro de clásico y la verdad es que por ahora se están portando.
Esperemos que este sea el primer y último susto que tenga con el coche, que tiene que durar otros 40 años.